HO HE VIST, POBLE D'ISRAEL

Costa de creure certes coses quan te les expliquen, acostumats com estem a les versions interessades de cada bàndol. Però aquí hi ha el relat d'algú que acaba de veure-ho amb els seus propis ulls, ho explicaba Beatriz Becerra l'agost de 2015. Més premonitori no pot ser l'article. Beatriz Becerra és Diputada al Parlament  Europeu por UPyD. 

"En la ciudad palestina de Hebrón, he visto a los colonos ocupadores judíos radical-boho-chic conduciendo amenazantes y campando a sus anchas por calles tomadas, desahuciadas de comercios y vecinos palestinos. He visto la historia manipulada y reescrita en carteles vergonzantes, que pretenden transformar los hechos y fechas ciertas manipulándolas al antojo de los reescribientes, los nombres de las calles cambiados, los soldados imberbes (casi tantos como colonos) vigilando fronteras interiores dentro de una ciudad que era próspera y pujante y gritando consignas para que no creamos lo que nos cuentan. 
He visto a una anciana enjaulada en su balcón de la calle-frontera para protegerse de las pedradas de los judíos ocupantes que agujerean cristales y paredes, he visto a palestinos a los que no se les permite entrar a su casa por la puerta principal y tienen que rodear toda la manzana y utilizar las traseras de los vecinos y saltar por los tejados. Los he visto con el pasaporte en la mano, cabizbajos, pidiendo permiso para transitar por su ciudad. He visto a ancianos cargando bolsas por cuestas tan empinadas que quitan el aliento, porque se les prohíbe utilizar las calles rectas y los accesos directos a sus domicilios. He visto accesos tapiados a parques maravillosos, puertas destrozadas y atrancadas de comercios desaparecidos, pintadas con insultos, vulneraciones de la propia legalidad israelí ensartadas una tras otra en esa misma calle.
He visto la espectacular extensión de asentamientos como el que domina la colina sobre el poblado beduino de Abu Nwar. Construido en apenas año y medio, sus fuentes y piscinas son el mayor insulto para los seiscientos beduinos a los que se les niega el suministro de agua potable, y sobre los que se cierne la amenaza de una evacuación inminente, tal y como ocurre en Susiya y tantos otros. Solo pequeñas construcciones bajo bandera europea les dan alguna esperanza de que la injusticia creciente cambie de signo algún día.

He visto los planes de ampliación de los asentamientos ilegales en West Betlehem, la devastación de los acuíferos naturales por el uso intensivo de agua para uso doméstico y comercial, los procesos de depuración sin resolver. He visto los terrenos antes fértiles y ahora sin agua que los palestinos ya no pueden trabajar... y que, precisamente por eso, por llevar tres años sin cultivar, les serán expropiados por el Gobierno israelí, acogido desde hace décadas a una antigua ley otomana. Esas tierras serán pronto adjudicadas precisamente a las asociaciones que gestionan los asentamientos ilegales próximos para su expansión, como es el caso.
De tal modo y manera que a la impunidad inicial de quien toma una tierra ajena al asalto, se une la fortificación y servicio de protección inmediata por el ejército israelí (y, por ende, de sus ciudadanos, que lo financian) para protegerlos de posibles ataques de los ocupados..., dándoles, de facto, legitimidad y carta de naturaleza, y validando su razón de existir. Para luego, además, propiciar su expansión a través de las referidas expropiaciones y asignaciones de tierras no cultivadas. Por no hablar de la exención de impuestos a los productos de las colonias, y la mayor de las facilidades en la provisión de servicios y suministros, que incluyen las infraestructuras de conexión entre la red de asentamientos ilegales. Esto convierte los Territorios Palestinos en Territorios Ocupados agujereados, aislados entre los nódulos de comunicaciones de los colonos, a las que los palestinos tienen prohibido el acceso, y cuya implantación desintegra cualquier posibilidad de interacción comercial propia.
No hay asomo de casualidad en la dinámica de ocupación vía asentamientos, sino una meticulosa planificación en tiempo, forma, ubicación, modo y consecuencias irradiadas, que solo se aprecia en su integridad cuando accedes a una visión lo suficientemente gráfica del proceso: la ocupación por colonos de la franja que va de Jerusalén Este a Jericó partirá en dos sin remedio a Cisjordania. El carácter atribuido a los repartos de zonas A, B y C se ha convertido en irrelevante. Las comunicaciones de las colonias suponen ya una amplísima red nodal que asfixia como una tela de araña las transacciones palestinas. Y la variable, mordiente construcción de muros, no solo en el recorrido de la frontera oficial o Green Line, sino con muros interiores que van convirtiendo la zona en un laberinto de fortificaciones y fronteras bendecidas por las autoridades israelíes, no hace sino sentenciar el proceso. He visto, en definitiva, y les aseguro que no dejo de pensar en el porqué y para qué, un plan sistemático para acabar con cualquier posibilidad de un Estado palestino y, por ende, de llegar a una solución de dos Estados.
¿Es posible que el Estado democrático de Israel, el defensor desde Oslo de la solución de dos Estados para dos pueblos como única opción de convivencia pacífica duradera, esté actuando calculadamente para acabar con ella?
Los asentamientos de los colonos judíos en territorios palestinos son ilegales de acuerdo al derecho internacional y según innumerables declaraciones de organismos internacionales, la más reciente del secretario general de Naciones Unidas. Ban Ki-Moon acaba de criticar duramente al Gobierno israelí por "la impunidad" de la que gozan los colonos cuando atacan a los palestinos. "Es necesario que esto se termine", ha afirmado. Y si estos colonos, ciudadanos israelíes, deben ser por tanto y a todos los efectos perseguidos y castigados por un Estado de Derecho como el israelí, un país democrático que respeta y acepta las normas internacionales..., ¿Cómo pueden justamente aparecer como instrumento y protagonistas de su plan?. Pero lo cierto y verdad, la tozuda realidad, es que hay más de medio millón de colonos en los asentamientos ilegales de Jerusalén Este y Cisjordania. El sesenta por ciento de sus ingresos provienen del Estado. Tienen casa subvencionada y servicios públicos preferentes, además de la protección militar del ejército israelí. Los productos de las colonias no pagan impuestos. Y estos ocupantes ilegales de tierras y recursos palestinos no solamente ven desplegado de forma inmediata un círculo de seguridad militar alrededor del levantamiento de sus colonias, sino que, a partir de ese momento, hacen un uso privativo y preferencial de los recursos naturales de la zona y se autoerigen en fuerza de ocupación cuya misión (ideológica, nacionalista, religiosa) es bendecida por privilegios en lugar de castigada por su ilegalidad ab initio. Propician el acoso, amedrentamiento y, en último término, expulsión de los habitantes de sus propias tierras... que, como he explicado antes, les acaba siendo ¡legalmente! expropiada por el Estado israelí y revertida a los ocupantes ilegales.
Hay otro aspecto que considero fundamental destacar: el futuro de Israel, por una mera cuestión demográfica, bien puede estar en manos de los ultraortodoxos. Con una media de entre seis y siete hijos por familia, su crecimiento es formidable: un 5% al año, frente a apenas un 1,8% a nivel nacional. A este ritmo, supondrán un 20% de la población de Israel dentro de 15 años, un 40% para 2059... Teniendo en cuenta que solo un 20% de los habitantes de Israel son árabes, poco más se puede decir.
Y un último apunte: se calcula que aproximadamente tres cuartas partes de los colonos son ultraortodoxos. Esto significa, por un lado, que suman a las de los colonos otras ventajas estatales: seis de cada diez no trabajan y se dedican solo a estudiar la Torá, por lo que el Estado les otorga una pensión de unos quinientos euros al mes, acumulables a las ayudas por hijos y a las becas especiales para estudiar en escuelas talmúdicas (otros cuatrocientos euros). Están eximidos de hacer el servicio militar. Por otro, tiñen de radicalismo y agresividad su presencia ocupante, pues se han ido constituyendo en algo parecido a un grupo étnico, con sus propios códigos de comunicación, conducta y hábitos. Ellos, los jaredíes, "los que tiemblan ante Dios", han crecido en la dependencia del Estado, ajenos y desconocedores del mundo exterior. Se autodenominan yidn, es decir "judíos", los verdaderos judíos, los custodios de la fe, salvaguardas últimos de la ortodoxia. El integrismo subvencionado en estado puro.
¿Es posible que el Gobierno israelí no se haya dado cuenta de esta compleja pero inapelable obviedad? Sinceramente, no lo creo. La altura y calidad de su extraordinaria inteligencia no deja margen a la duda. Entonces, ¿por qué la ausencia de reacción? ¿Por qué ese fatalismo paralizante?
Coincido plenamente con David Grossman en su reciente análisis: es imperativo que la autoridad israelí tome conciencia plena de que la deriva ocupadora y la falta de diálogo con los palestinos pueden llevar al fin de Israel como Estado democrático para los judíos. Debe tomar medidas inmediatas para afrontar la perversa fuerza creciente del integrismo nacionalista y religioso, para el que no existen límites legales, morales ni de sentido común, porque ha ido cobrando una devastadora fuerza en su seno, alimentado por sus propias arcas y afán defensivo. Porque, tras cincuenta años de ocupación, la conciencia de pueblo conquistador ha derivado en la consideración de que el sometimiento de los débiles implica que estos son inferiores a los conquistadores y, por tanto, odiarlos es razón suficiente para legitimar su deseo de eliminarlos, expulsarlos, exterminarlos en última instancia.
La peligrosa tela de araña de los asentamientos ilegales y el insaciable afán fundamentalista de los ultraortodoxos no tiene otro final posible que la sofocación de la legitimidad democrática de Israel como Estado. No cabe, por tanto, otra opción para la supervivencia de un Estado de Israel democrático y garante del derecho internacional y los derechos humanos en el que en el futuro quieran vivir sus hijos que detenerlo y afrontarlo con la misma determinación con la que ha afrontado históricamente el terrorismo." - Artícle publicat al HUFFINGTON POST.

IDIOTES PLENS D'IRA I FURIA

Miguel Tellado, el portaveu parlamentari del PP, es va enfilar a esRadio, quan li van preguntar per l'escassa viabilitat de la querella presentada contra el PSOE per suposat finançament il·legal, a partir d'una retallada de premsa. Ho va justificar fent referència a la proclama de l'expresident José María Aznar que “qui pugui fer que faci”.  La declaració de Tallada era tan crua que va depassar el llistó de la correcció política quan va dir: “La nostra obligació en aquests moments és fer fora Sánchez del Govern com més aviat millor i ho farem amb tots els mitjans al nostre abast. I si els mitjans són judicials, també ho farem. Creiem que Sánchez és una amenaça per a la democràcia i la nostra obligació és fer-lo fora al més aviat possible”.

Poc després, la Fiscalia Anticorrupció, que investiga el cas Koldo, va rebutjar la querella del PP contra el PSOE pel suposat finançament il·legal. L'assumpte és ara a la taula del jutge de l'Audiència Nacional Santiago Pedraz que haurà de resoldre si prospera o no. Les manifestacions del portaveu popular són tan sinceres que incomoden. Potser val tot en política? Tellado és el flagell del PP, el fuet contra el PSOE. Alberto Núñez Feijóo va portar al ferrolà de Galícia i l'execrable homenet en la batussa madrilenya se sent com peix a l'aigua.

Els populars descarten la moció de censura perquè són conscients que avui la perdrien. Però han aconseguit desplaçar el focus del cas Koldo a Ferraz, amb el relat de les borses de diners que ningú no s'atribueix. Els conservadors lluiten agosaradament perquè el cas Koldo es converteixi en el cas Sánchez, a costa del que sigui, i per això posaran “tots els mitjans al seu abast”. Però no tot és lícit, tot i que la presumpció d'innocència fa temps que en aquest país val el mateix que un dècim no premiat de loteria. I això és un maltractament a la democràcia. De fet, el dia que el PP va començar a judicialitzar la política li va clavar una estocada mortal a la democràcia espanyola, però això els és igual a un grup d'idiotes que expliquen la història plens d'ira i fúria, i no precisament shakespeariana, més aviat Berlanguiana.

DEPORTAR ÉS IL·LEGAL, A ITÀLIA

La justícia italiana ha declarat il·legal la deportació de migrants a Albània i n'ordena el retorn. Cap dels 16 migrants que fa dos dies van arribar al port albanès de Shengjin es podrà quedar a Albània. El pla de la primera ministra italiana, la ultradretana Giorgia Meloni, que pretenia retenir migrants en centres d'internament al país balcànic, s'ha emportat un cop de la justícia italiana. El tribunal de Roma ha dictaminat que els dotze migrants traslladats a Albània no poden ser internats en el centre de Gjader i que han de ser retornats a Itàlia immediatament, tot i que les seves peticions d'asil hagin estat rebutjades per les comissions territorials. Ara.cat

El programa, que costarà a Itàlia 800 milions d'euros en cinc anys, ja va posar-se en marxa amb mal peu, ja que mateix dia del trasllat, el govern italià va haver de retornar en vaixell a Itàlia dos dels migrants perquè eren menors, i dos més perquè es trobaven en condicions d'extrema vulnerabilitat. El tribunal ha justificat la decisió aferrant-se en "la impossibilitat de reconèixer els estats d'origen de les persones detingudes com a «països segurs»". "Les detencions no han estat validades en adopció dels principis vinculants per als jutges nacionals i la mateixa Administració, enunciats per la fallada recent del TJUE", han afegit els jutges. Segons mitjans locals, els migrants seran tornats demà a territori italià.

El pla és el resultat d'un pacte entre Roma i Tirana que externalitza la gestió migratòria d'Itàlia i preveu que els migrants i sol·licitants d'asil que la guarda costanera italiana rescata al Mediterrani siguin retinguts en centres d'internament en sol albanès. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, va signar aquest acord el novembre del 2023 amb el seu homòleg albanès, el socialista Edi Rama, defensant-lo com un possible "model" per a Europa i com "una via nova i valenta" en el control migratori. Tant l'oposició italiana com les organitzacions en defensa dels drets humans han alertat que aquest procediment "ràpid" de gestió fronterera suposa una vulneració de drets per als sol·licitants d'asil que, a més, té un cost molt elevat per als contribuents i cap garantia d'èxit.

La notícia arriba l'endemà que Meloni sortís victoriosa de la cimera de líders europeus en què es va discutir l'enduriment de política migratòria. "Hi ha molts països que estan observant les polítiques que implementa Itàlia en matèria d'immigració", es va congratular la dirigent italiana, celebrant que les seves receptes contra els nouvinguts guanyin adeptes dins del bloc. Espanya, en canvi, es va quedar sola oposant-se als centres de retenció d'immigrants fora del territori comunitari. "Nosaltres no estem a favor d'aquest tipus de fórmules perquè no solucionen cap dels problemes i en creen de nous", va declarar Pedro Sánchez. La solució que proposa Sánchez, té a veure amb el seu recent viatge a Mauritània i Senegal, rau en atacar el problema en origen, no en deportar als immigrants.

LA HISTORIA SI QUE ES REPETEIX

Fragment del discurs pronunciat a la sessió inaugural de la VI Conferència Cimera del Moviment de Països No Alineats, celebrada al Palau de les Convencions de l'Havana

 "No cesa el imperialismo, sin embargo, en su tenaz esfuerzo por mantener sojuzgados, oprimidos u ocupados otros pueblos y países cuyas causas demandan nuestro resuelto apoyo.

Cito en primer término al sufrido y valeroso pueblo palestino. Ningún despojo más brutal de los derechos a la paz y existencia de un pueblo se ha cometido en este siglo. Entiéndase bien que no somos fanáticos. El movimiento revolucionario se educó siempre en el odio a la discriminación racial y los pogromes de cualquier tipo, y desde el fondo de nuestras almas, repudiamos con todas nuestras fuerzas la despiadada persecución y el genocidio que en su tiempo desató el nazismo contra el pueblo hebreo. Pero no puedo recordar nada más parecido en nuestra historia contemporánea que el desalojo, persecución y genocidio que hoy realizan el imperialismo y el sionismo contra el pueblo palestino. Despojados de sus tierras, expulsados de su propia patria, dispersados por el mundo, perseguidos y asesinados, los heroicos palestinos constituyen un ejemplo impresionante de abnegación y patriotismo, y son el símbolo vivo del crimen más grande de nuestra época.

Pedazo a pedazo las tierras palestinas y territorios de los países árabes vecinos: Siria, Jordania y Egipto, han sido arrebatados por los agresores, armados hasta los dientes con los más sofisticados medios del arsenal de Estados Unidos.

La justa causa palestina y árabe suscitó el apoyo de la opinión progresista del mundo y de nuestro Movimiento a lo largo de casi 20 años. Nasser fue precisamente uno de los prestigiosos fundadores del mismo. Sin embargo, todas las resoluciones de las Naciones Unidas fueron despectivamente ignoradas y rechazadas por los agresores y sus aliados imperialistas. Mediante la traición y la división, el imperialismo ha querido imponer su propia paz. Una paz armada, sucia, injusta, sangrienta, que no será jamás paz".  

 
La Habana, 3 de septiembre, 1979  descontexto.blogspot.com

DESCORRIENDO EL TELÓN DE SILICIO


A NEXUS, Yuval Noah Harari fa un crit d'alarma sobre el nostre futur amb la intel·ligència artificial. "Quan els gegants tecnològics es proposen dissenyar millors algoritmes, solen aconseguir-ho", escriu. Però, ho faran? Philip Cheung per a The New York Times.


"L'estiu del 2022, un enginyer de programari anomenat Blake Lemoine va ser acomiadat per Google després d'una entrevista a The Washington Post, en què afirmava que LaMDA, el chatbot en què havia estat treballant, havia assolit la sintiència. Uns mesos més tard, el març del 2023, una carta oberta del Future of Life Institute, signada per centenars de líders tecnològics, entre ells Steve Wozniak i Elon Musk, demanava als laboratoris d'intel·ligència artificial que aturessin les seves investigacions. La intel·ligència artificial, assenyalava, plantejava “profunds riscos per a la societat i la humanitat”. Al mes següent, Geoffrey Hinton, el “padrí de la intel·ligència artificial”, va renunciar al seu lloc a Google, declarant a aquest diari que lamentava el treball de la seva vida. “És difícil evitar que els dolents la facin servir per a coses dolentes”, va advertir. En els darrers anys, ens hem acostumat a missatgers que tornen espantats de les fronteres de la intel·ligència artificial amb advertiments apocalíptics. I, tot i això, accions reals en la forma d'una regulació severa han estat escasses. L'ordre executiva de l'any passat sobre intel·ligència artificial va ser, com va dir un comentarista, “direccional i aspiracional”, un elogi astutament condemnatori".


Mentrestant, els preus de les accions del sector tecnològic continuen pujant mentre la indústria murmura tòpics familiars: els beneficis superen els riscos; el geni ja ha sortit de l'ampolla; si no ho fem nosaltres, ho faran els nostres enemics.
Yuval Noah Harari no té temps per a aquestes excuses. El 2011 va publicar Sapiens, una elegant i de vegades profunda història de la nostra espècie. Va ser un fenomen, venent més de 25 milions d'exemplars a tot el món. Harari el va fer seguiment llançant la mirada cap endavant amb Homo Deus, en què considerava el nostre futur. Arribats a aquest punt, Harari, historiador acadèmic, va passar a tenir una nova identitat professional i un nou cercle d'influència: expert en intel·ligència artificial, convidat als enrarits escalafons de “científics, empresaris i líders mundials”. Nexus, en essència, és el report d'Harari des d'aquell món. En primer lloc, cal dir que el subtítol -Una breu història de les xarxes d'informació des de l'Edat de Pedra a l'IA- és enganyós. En realitat, el que tenim són dos llibres separats, cap dels dos no és breu. Les primeres 200 pàgines són, n'efecte, històriques a la seva manera. Malauradament, es tracta d'una versió vertiginosa de la història que va de les tauletes d'argila assíries a un brot de còlera al segle XIX, passant per una adaptació del Ramayana a la televisió índia, la revolta dels camperols a l'Anglaterra medieval, l'Holocaust a Romania, etcètera. No sembla controlat, ni tan sols particularment expert, i l'efecte és una mica el d'un vol on la persona que s'asseu al teu costat és molt culta, ha pres massa cafè i està decidida a explicar-te la seva teoria del tot. La tesi de Harari, en poques paraules, és que la diferència entre democràcies i dictadures rau en com gestionen la informació. Les dictadures es preocupen més per controlar les dades que per comprovar-ne el veritable valor; les democràcies, en canvi, són xarxes d'informació transparents en què els ciutadans poden avaluar i, si cal, corregir les dades errònies.
Tot això és en certa manera interessant per obvi, alhora que massa gandul —massa obert per a objeccions i contraexemples— per constituir una teoria útil de la informació. Després de molt de temps, hem arribat a una prova solta del que esperàvem haver intuït ja: els sistemes que s'autocorregeixen —perquè promouen la conversa i la mutualitat— són preferibles als que només ofereixen un servilisme cec i sense drets.
Al final, però, això no importa realment, perquè la segona meitat del llibre és on hi ha l'acció. El moll de Nexus és essencialment un extens informe polític sobre la intel·ligència artificial: quins són els seus riscos i què es pot fer? (No sentim parlar gaire dels beneficis potencials perquè, com assenyala Harari, “els empresaris que lideren la revolució de la intel·ligència artificial ja bombardegen el públic amb suficients prediccions falagueres sobre ells”). Hem trigat massa a arribar fins aquí, però un cop arribem Harari ens ofereix un manual útil i ben informat. Les amenaces que planteja la intel·ligència artificial no són les que visualitzen els cineastes: l'HAL de Kubrick atrapant-nos a la resclosa o un RoboCop feixista marxant per la vorera. Són més insidioses, més difícils de veure venir, però potencialment existencials. Inclouen la polarització catastròfica del discurs quan els algorismes de les xarxes socials dissenyats per monopolitzar la nostra atenció ens alimenten amb material extrem i odiós. O l'externalització del judici humà —la presa de decisions legals, financeres o militars— a una intel·ligència artificial la complexitat de la qual esdevé impenetrable per a la nostra pròpia comprensió.

                                                              Oblea de silici òptic 
Fent ressò de Churchill, Harari adverteix d'un “teló de silici” que baixa entre nosaltres i els algorismes que hem creat, deixant-nos fora de les nostres converses: com volem actuar, interactuar o governar-nos.  
Tot i això, cap d'aquests escenaris és un fet. Harari assenyala el problema del correu no desitjat, que solia embussar les nostres safates d'entrada i desaprofitar milions d'hores de productivitat cada dia. I de sobte, va deixar de fer-ho. El 2015, Google va poder afirmar que el seu algorisme de Gmail tenia una taxa d'èxit del 99,9 per cent en el bloqueig del correu no desitjat autèntic. “Quan els gegants tecnològics es proposen dissenyar millors algorismes”, escriu Harari, “normalment ho poden fer”. Fins i tot a la seva segona meitat, no tot Nexus sembla original. Si pares atenció a les notícies, reconeixeràs algunes de les històries que explica Harari. Però, en els millors moments, el llibre resumeix l'estat actual de les coses amb una claredat memorable. Algunes parts de Nexus són sàvies i audaços. Ens recorden que les societats democràtiques encara tenen mitjans per evitar els excessos més perillosos de la intel·ligència artificial, i que no hem de deixar que les empreses tecnològiques i els seus multimilionaris propietaris s'autoregulin.  Això pot semblar de sentit comú, però és valuós quan ho diu un intel·lectual global amb l'abast d'Harari. Només és frustrant que no ho hagi pogut fer de manera més concisa. 
Descorrent el teló de silici: ressenya de 'Nexus' de Yuval Noah Harari al digital The New York Times, que conclou i recomana: L'estudi de Harari sobre la comunicació humana podrà ser tot menys breu, però si aconsegueixes arribar a la segona meitat, t'entretindrà i espantarà alhora...

Nexus. Una història 'presumpament' breu de les xarxes d'informació des de l'Edat de Pedra fins a la IA.

LA IA ENTRA A LA CUINA

El problema no rau tant en les tècniques de vigilància sinó en l'ús que es dóna a la informació obtinguda: l'enorme valor econòmic de les dades personals comporta un gran interès per obtenir informació, violent sovint el dret del ciutadà a la vida privada. Vivim immersos en un autèntic procés revolucionari pel que fa a la informació. Les noves tecnologies -telecomunicacions- avancen imparables permetent obtenir, processar i emmagatzemar dades d'una manera il·limitada. Amb això, s'ha produït la desaparició de les fronteres espacials i temporals, així com la instauració d'un nou model de societat –la Societat de la Informació–, que suposa una transformació del poder i del mercat. - Per Ana Aba Catoira - 29 novembre, 2000. quedin-se amb aquesta dada, l'article, una preqüela de la Societat de la Vigilància, és de fa 24 anys. No l'he traduït, es prou llarg, pero entenedor...

LA SOCIEDAD DE LA VIGILANCIA - En este orden de cosas, el poder se transforma a través de un proceso de descentralización y disgregación multidireccional hacia todos los centros de obtención de información, pues las nuevas tecnologías lo han ido desplazando, a la vez que el poder va cediendo terreno a los poderosos sujetos privados. Nos encontramos ante una realidad incuestionable, y es que la información constituye el moderno instrumento de control social. En este sentido, la noticia, el conocimiento, los datos… en definitiva, la tenencia de información, ha dirigido o encauzado el crecimiento y desarrollo del Estado a lo largo de este casi finalizado siglo XX, desempeñando la función que en su momento tuvieron la tierra o el trabajo. El peligro que, para los derechos de los ciudadanos, supone la acumulación de datos, lo previo o imaginó la Constitución cuando en el art. 18.4º estableció que «una ley limitará el uso de la informática…».

Está claro cómo el avance en la investigación científica es sinónimo de desarrollo y enriquecimiento de los Estados. Éstos clasifican a sus descubrimientos como secretos, y así nace el espionaje como primera de las técnicas de vigilancia y obtención de información reservada o secreta. No obstante, la investigación sigue diferentes direcciones. La información que persiguen los servicios de inteligencia se mantiene en secreto para uso exclusivo de los Estados, mientras que el conocimiento científico o académico se divulga para que aumente el saber de la sociedad.

No hace muchos años, tras la guerra mundial, se hablaba de un Estado de vigilancia que se esforzaba por detentar el control sobre todos los ámbitos como instrumento de fuerza y de poder. Ahora, esta forma de Estado ha dado paso a la sociedad de vigilancia. Emerge un nuevo poder con enorme impacto en la sociedad, muy diferente al poder centralizado del Estado. El problema no reside tanto en las técnicas de vigilancia sino en el uso que se da a la información obtenida: el enorme valor económico de los datos personales conlleva gran interés por obtener información, violentando a menudo el derecho del ciudadano a la vida privada. De ahí la necesidad de fortalecer los mecanismos legales de protección.

Así, pues, la vigilancia sigue siendo un mecanismo de poder, pero ha ido cambiando la forma de su adquisición, ya que cuando es el Estado quien tiene en sus manos el poder, la información se obtiene a través de los servicios de inteligencia, mientras que con las nuevas tecnologías, que responden a la descentralización y disgregación del poder, los datos se aportan voluntariamente por los vigilados. En un principio, la información que se obtiene se almacena en las bases de datos que se encuentran en manos del gobierno o de empresas, con fines institucionales específicos, pues los datos que se recogen y archivan corresponden a cuestiones muy determinadas. Las bases de datos (donde la recopilación, almacenamiento y recuperación está automatizada) rara vez contienen información obtenida de forma encubierta. De hecho, en el sector privado, el problema no es la obtención de información -recabada con el consentimiento de los ciudadanos- sino el uso que se hace de ella.

Al ser información obtenida de forma libre y consensual, se considera un producto comercial que puede y debe venderse para obtener beneficios, a diferencia de lo que ocurre con los datos obtenidos por los servicios de inteligencia que trabajan para el gobierno y se mueven en el más puro secretismo. No obstante, tanto los informes de unos como de otros, contienen información de carácter personal relativa a los ciudadanos (vigilados a través de varios ojos) que se destina a un uso concreto público o privado, con objetivos estatales o comerciales.

EL CONTROL PÚBLICO DE LA VIDA PRIVADAEn el mundo empresarial, es la estructura informativa de las bases de datos la que realiza los cálculos y predicciones, decidiendo, en base al resultado obtenido, quién merece ser excluido o quién es un cliente potencial de la empresa. Se produce así una clasificación de los ciudadanos, lo que conduce inevitablemente a una nueva clase social que responde a la que, por sus características o datos personales, es rentable para las empresas y gozará de los beneficios que éstas reportan. Las empresas e instituciones gubernamentales asumen una gestión basada en gran medida en el riesgo, y es el conocimiento de datos personales el que les sirve para catalogar a los ciudadanos e insertarlos en la categoría de incluidos o en la de excluidos, lo que supondrá la posibilidad de participar o no en un segmento de la economía y de la sociedad.

Una vez recopilada y almacenada la información personal, se abre el proceso de comercialización. Los datos de diferente naturaleza se comparan, se relacionan y amplían. Por ejemplo, una compañía de seguros puede buscar coincidencias con los archivos médicos para decidir sobre los seguros a negociar, lo que se traduce en la inclusión o exclusión de clientes potenciales. Por ello, si bien el poder está disperso y las bases de datos son muchas y variadas, cuando entran en relación con sus intereses comerciales se obtiene un intercambio de datos, por lo que el vigilante crece en su poder informativo.

De la ampliación de los datos obtenidos acaba resultando la transparencia absoluta de la vida de los ciudadanos: se conoce cuántos son en casa, cuál es la renta familiar, si viven de alquiler o en una vivienda propia, si tienen coche y de qué clase es el seguro, dónde van de vacaciones, qué les gusta comer y cuánto dinero gastan en manutención, los gustos y aficiones, la ropa que se compran y la marca del gel que usan en la ducha.

Pensemos por un momento en las numerosas técnicas de vigilancia que utilizamos sin valorar las desventajas indirectas que su uso supone para nosotros: tarjetas de crédito, cajero automático, tarjetas de salud inteligentes, etiquetas electrónicas, vigilancia videográfica, el auge y la transformación de los medios de comunicación que se van especializando(con la consiguiente selección de consumidores). No sólo es la publicidad la que se dirige a determinadas audiencias, los medios de comunicación son también empresas de tendencia ideológica. En definitiva, la sociedad funciona a todos los niveles dirigida por el conocimiento de sus ciudadanos.

Internet merece una mención aparte como el más poderoso de los instrumentos de vigilancia, que abastece de información a los nuevos poderes de la sociedad de la información, y es que los ordenadores y las nuevas tecnologías de la comunicación reestructuran los modos de producción y de servicios: menos trabajadores, mayor flexibilidad laboral, más consumo y más mercadotecnia orientada al mismo. El acceso a Internet y la utilización diaria del correo electrónico son dos formas de obtener datos personales de los consumidores, quienes no reparan en el precio que han de pagar por encender su ordenador personal.

Un ejemplo del valor económico de la información personal se aprecia al ver cómo el mercado, tras comprobar el potencial del mundo gay, ha diseñado una campaña específica que se dirige a este colectivo. El estudio de sus gustos, tendencias y aficiones proporciona datos e información de carácter personal que, mal utilizada, puede servir para mostrar los peligros de esta vigilancia. En Estados Unidos, en 1998, un oficial de la Marina fue despedido a consecuencia de su homosexualidad. El oficial se había declarado homosexual en un formulario del proveedor de servicios de Internet mientras mantenía correspondencia electrónica y, a pesar de no identificarse personalmente, la Marina se enteró a través del proveedor y le despidió.

EL CONTROL PRIVADO DE LO PÚBLICO No obstante, hemos de poner de manifiesto que la vigilancia a través de las altas tecnologías ha supuesto no sólo que los ciudadanos resulten vigilados -aumentando el control jerárquico de arriba a abajo- sino también a la inversa, pues los ciudadanos también se sirven de las tecnologías de la información, por ejemplo al grabar con una videocámara de vigilancia abusos policiales. Esto significa que la opinión pública tiene una forma de controlar el poder: la contravigilancia de los ciudadanos al poder político, que pone de manifiesto el efecto de vigilancia multidireccional. Aún recordamos los escarceos sexuales del presidente Clinton con su ex becaria, un asunto en el que se constata la vigilancia de los medios de comunicación sobre los personajes públicos, pues salió a la luz por las cintas grabadas de una conversación de carácter privado.

La contravigilancia se inspira en la idea de que la solución para defender la intimidad de los ciudadanos vigilados reside en las barreras que se imponen desde la ley y también en aquellas otras de carácter ético o moral, como son los códigos deontológicos: comisiones y códigos voluntarios en el sector privado o dispositivos legales para bloquear y controlar el trasiego de información. Esto presenta, sin embargo, una contradicción, pues se reclama mayor libertad de información y al mismo tiempo mayor protección de la intimidad. Se pide más seguridad, pero se quiere menos vigilancia.

GRAN HERMANOLas tecnologías de vigilancia y represión son utilizadas a su vez por el Estado, quien controla, a través de bases de datos, los problemas que preocupan a los Estados en la actualidad, como la emigración y los movimientos de refugiados. George Orwell creó el concepto de Gran Hermano en 1984, imaginando un monstruo que siempre nos vigila como un gran tirano político. Tal como escribió Rusell Baker en el New York Times, en 1998, «la vigilancia no se limita a las autoridades oficiales como el FBI, el fiscal Kenneth Starr o el polícia local con su pistola radar. Hubo una vez un ciudadano privado que, con su cámara de videoaficionado, filmó a la policía de Los Angeles pegando a Rodney King. Actualmente hay cámaras de este tipo por todas partes; si se hurga la nariz, puede acabar saliendo en el National Inquirer; si en su patio trasero azota a su desobediente hijo de cinco años, puede acabar pasándolo mal por abuso de menores».

Llama la atención la escasez de protestas ante la invasión de la intimidad por las nuevas tecnologías de vigilancia, quizá porque las recompensas que se obtienen con el uso de estos avances de la ciencia inclinan a los ciudadanos a su aceptación. No podemos olvidar la repercusión que una variante del concepto de Gran Hermano ha tenido como fenómeno televisivo, que consiste en que un grupo de personas viva las veinticuatro horas del día sometidos a una vigilancia total en una casa con paredes de cristal. A pesar de que hay voces contrarias a este tipo de programas, lo cierto es que la aceptación de la audiencia ha sido espectacular. Los habitantes de esa casa de cristal aportaron algo muy concreto a los espectadores: satisficieron la curiosidad por saber lo que ellos hacían en cada momento. Las ventajas de someterse a una vigilancia televisada – fama, notoriedad, dinero- se contrapone con las enormes desventajas para los participantes que, durante y después del concurso, perdieron su anonimato y sufrieron el control continuo y despiadado de sus datos personales con fines comerciales, como las investigaciones periodísticas que se empeñaron en desenterrar la cara más oscura de todos ellos.

Está claro que la Sociedad de la Información, lejos de desaparecer, se consolida en el mundo desarrollado. ¿Qué ocurrirá cuando ya no tengamos dónde ocultarnos? Para que esto no ocurra, los esfuerzos se centran en el control legal de la utilización de las bases de datos. Si entonces Orwell temía al Estado controlador, nosotros hoy debemos temer a las grandes compañías y empresas que comercializan con nuestros datos personales, siendo éstos los sujetos ante los que nos hemos de proteger en la Sociedad de la Información. En este sentido, le corresponde al legislador regular esta situación de peligro para salvaguardar los derechos fundamentales, para lo que se ha de encontrar el equilibrio entre la obtención de información y la protección de la privacidad. - Nueva revista

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